martes, 11 de abril de 2017

Concurso Cultiva Innovación



El Convivium Amawta Kawsay felicita la puesta en marcha de la Segunda Edición del Concurso Cultiva Innovación, iniciativa de la Fundación Heifer para identificar, promover y reconocer los emprendimientos productivos o negocios inclusivos campesinos, realizados bajo un modelo de producción agropecuaria sana y limpia. 

El concurso arranca el 11 de abril y los formularios de inscripción se recibirán hasta el 30 de junio de este año. La selección de los finalistas se realizará hasta el 14 de julio y la premiación se llevará a cabo el 26 de julio del año en curso.

Para participar o para tener mayor información puede ingresar a la página web del concurso: .http://www.cultivainnovacion.org/, la cual también se encuentra disponible en nuestro blog.

Te invitamos a participar de esta gran aventura y a difundir este concurso para posicionar aún más una alimentación sana, limpia, solidaria, responsable y culturalmente apropiada

lunes, 13 de febrero de 2017

"Huerto Revolucionario"

Hola a todas y todos, 

En esta ocasión queremos compartir con ustedes el fragmento de un excelente libro de René Papón titulado: "Huerto Revolucionario", esperamos que lo disfruten:

“¿De qué depende el hecho de tener o no tener un huerto? Quizás no veamos su utilidad, puede ser que acarree un exceso de fatiga, puede resultar oneroso y con riesgo de hacernos perder tiempo, etc. Para un espíritu derrotista, pesimista, que solo quiere ver el lado negativo de las cosas y que va por mal camino, es un verdadero trastorno mental. Denigrar todo es tan fácil...A no ser que tengamos una energía a prueba de bomba, huyamos de esta clase de personas que quieren rebajarlo todo para justificar su pereza o mediocridad. Avanzar sin reparar en obstáculos es la manera en la que podemos hacer algo, y no perdiendo el tiempo en vanas palabras.

Si uno sueña con tener un huerto, es el momento de pasar revista a algunas objeciones para ver si se mantienen en pie o si solo son unos deplorables prejuicios. Las ideas preconcebidas abundan en todos los ámbitos y no únicamente en lo que concierne a la horticultura. Generalmente, los niños se interesan por la horticultura desde su más tierna edad; para ellos es motivo de admiración y curiosidad. ¿Por qué el adulto no deja que se desarrolle este interés? No hablemos aquí de las pobres víctimas de la civilización, que no conocen más que espacios hormigonados y los ruidos de la civilización.

Si el adulto no reconoce toda su importancia a la afición de los niños por la tierra, el agua y el lodo, es porque ya tiene una mente demasiado envejecida. Se dan botas y un impermeable a un niño que camina, y enseguida se pone a saltar en los charcos de agua. Todo debe salpicar, es muy bello, incluso el barro que conserva las huellas de los zapatos.

Pero los padres, presos por la imagen de la limpieza y de las apariencias, alegan que va a coger frío, que va a ensuciarse...y luego ¿qué más? Tantas tonterías que no vienen a cuento.
Esperamos que después de haber avanzado algo, veamos la absoluta necesidad de tener un trozo de terreno para cultivar un poco. Empecemos modestamente. Los alcaldes atentos al bienestar de sus administrados, deberían prever amplios espacios para los huertos. Pero no, solo parecen preocupados por edificar escuelas-prisiones, favorecer las implantaciones industriales, etc. Los huertos son cada vez más escasos y los hospitales se multiplican, y mbos hechos no deben carecer de relación. ¿Qué son las verduras y frutas del mercado, qué valen y de dónde vienen? A pesar de las apariencias, ¿quién sabrá jamás a qué tratamientos se las habrá sometido? Todo el mundo ha oído hablar de este tipo de contaminación, pero nadie quiere contemplarlo, quizás para no tener que preocuparse por encontrar otra cosa. Sin embargo, la lista de los accidentes, si fuese sacada a la luz, sería ciertamente edificante. Por otra parte, pocos son los que se inquietan por ello. Estamos acaparados por un sinfín de otros problemas que nos parecen más importantes.
Muchos agricultores no dudan en reconocer que tienen un huerto particular para su consumo personal, puesto que los productos utilizados les parecen peligrosos y son válidos para la producción comercial. Pero, ¿a quien culpar? ¿a los agricultores a los que el sistema quiere verlos abandona rápidamente sus tierras para que engrosen las filas de la mano de obra barata que hormiguea alrededor de las ciudades? ¿y no tienen su responsabilidad los gobernantes arraigados en sus puestos y ahogados en su política de grandeza, sus luchas electorales y tradiciones estúpidas? De cualquier manera, los que se conforman con la situación sin jamás atreverse a hacer algo, también son responsables.
En ciertos mercados, los servicios de represión de los fraudes son totalmente adictos al gobierno y más cuidadosos de cazar a los que anuncian la etiqueta biológica antes que verificar la calidad real. Estamos en un mundo que funciona al revés, y si tal vez no podemos reparar el error del vecino, al menos podemos no seguirle y confiar en nuestro sentido común. Ya en el capítulo de la calidad, el huerto se justifica plenamente.

Por lo que se refiere al tiempo de dedicación y a la fatiga, podremos ver que la situación está falseada desde el inicio por concepciones erróneas. Un huerto bien pensado, sin la mirada puesta sólo en el provecho inmediato, llega pronto a ser económicamente interesante, aunque eso sea un objetivo poco sensato. Debemos descubrir una manera de trabajar la tierra que reduzca los esfuerzos inútiles, como en un juego. Hace falta descubrir los gozos sencillos e inagotables del buen funcionamiento de los músculos en un trabajo útil y al aire libre.
Desde el punto de vista educativo, es la mejor manera de ver a los jóvenes interesarse por este aspecto de la vida y participar en una obra que rebasa el simple abastecimiento gratuito de verduras y frutas de alto valor nutritivo e incomparablemente sabrosas. La agobiante horticultura-esclavitud es una vieja imagen que ha de enterrarse en el olvido junto con la gloria de las guerras históricas. Es trabajando como los músculos se fortalecen y, si nuestras mentes son realmente activas, sabrán paliar una carencia provisional. Además, ¿por qué no colaborar con un vecino mejor provisto en este aspecto? Puede practicarse la horticultura a cualquier edad.
Teniendo una visión clara de la situación, el huerto, sin duda alguna, es un insustituible espacio de experimentación y de descubrimientos.”

Papón, R. (1991) Tener un huerto.
Huerto Revolucionario.
(pp. 27-29). Madrid: Ediciones mandala

martes, 24 de enero de 2017

CON AROMA Y SABOR A QUINUA, CHOCOLATE Y AMARANTO

Con el objetivo de promocionar alimentos de alto valor cultural y nutritivo de nuestro país, a continuación les presentamos dos recetas que mantienen el espíritu del Slow Food y que revalorizan nuestro patrimonio alimentario. Esperamos que las preparen, las degusten y las compartan...




No olviden contarnos cómo les quedaron. Buen provecho!

jueves, 29 de diciembre de 2016

Respirando biodiversidad

Por Estefania Baldeón.



El aroma del culantro recién cortado se mezclaba con el de los palmitos y la guayusa; así empezó el biomercado del restaurante Patria; sin duda una iniciativa que trajo más de una alegría a chefs y pequeños productores.

Era aún temprano en la tarde y ya desfilaban por el pequeño patio varios de los cocineros del restaurante que habían salido curiosos por conocer qué maravillas les trajo el campo amazónico y serrano.;  todos tenían sus delantales algo marchitos porque su jornada ya había empezado hace varias horas (al igual que la de los agricultores)  pero en la cara tenía un brillo incrédulo por lo que estaban presenciando;  tenían a pocos metros de su cocina a los productores de la frutas y verduras que con tanto cariño trabajan a diario.


La timidez usual de los productores quedó a un lado cuando los compradores empezaron a llegar, cada uno mostraba sus mejores colores y sonrisas. Lo mejor de sus chakras posaban sobre las mesas y los canastos.



Teníamos a varias asociaciones y productores: los de la RESSAK, las de UNOCIGS, las de  Warmikunapak, los del Zángano Dulzón,  los productos  de AMWAE, los de Amanecer Campesino y los de Inti. Todos acompañados de una energía particular y el buen humor de mercado tan rico como los productos que compartieron con todos esa tarde.

De un momento a otro todo comenzó a tener un alboroto singular, esperábamos la llegada de un  personaje muy especial;  y la teníamos ahí, la chef danesa Kamilla Seidler, que además de amable y simpática es muy pero muy humilde.  Kamilla es chef ejecutivo de restaurante Gustu en la Paz, donde se promueve no sólo el respeto a los productos por su origen sino también se realza a los rostros detrás de todo ese trabajo, los agricultores y productores.

 Kamilla trajo consigo esa energía tan esperanzadora y un mensaje muy claro; el de no desistir: de continuar fuertes en la lucha y de mantener esos espacios de entendimiento donde todos los actores y escenarios son reconocidos.

Durante el conversatorio convocado por el chef del restaurante Patria y líder del proyecto Degusta, Mauricio Acuña,  vinieron a reflexión importantes aspectos de la comercialización justa, también sobre los compromisos con el consumidor y de su constante apoyo a la producción limpia ecuatoriana y sus tradiciones.

Varias fueron las lecciones aprendidas en el biomercado;  la cocina y el campo están fuertemente conectados; pero es nuestro deber como cocineros y como productores mantener esa estrecha relación en el día a día.



En la noche siguiente  se celebraba la cena a 4 manos donde ambos cocineros, Kamilla y Mauricio deleitaron a media centena de comensales con los productos que ellos mismos habían seleccionado de las manos de sus productores; una cena que se llevó todos los aplausos, una cena que inspiró orgullo y admiración por todos quienes colaboran es esa corta pero fuerte cadena de alimentos, llena de autenticidad y vida.

 Sin duna no fue una semana cualquiera para quienes participaron y colaboraron de estos dos únicos eventos; una experiencia a repetirse, a vivirla y a comerla de principio a fin.



  

sábado, 17 de diciembre de 2016

Día del Terra Madre, capítulo Ecuador




A partir del 2009, el 10 de diciembre de cada año la comunidad de Slow Food en todo el  mundo celebra el Terra Madre Day, una oportunidad para la red de promover en las comunidades los alimentos locales, una producción y un consumo sustentables.

El Día de la Madre Tierra es uno de los acontecimientos colectivos más importantes organizados a nivel global para celebrar la comida local. Cada edición congrega a más de cien mil personas de los países en donde Slow Food está presente: personas comprometidas con la filosofía Slow Food y la red de Terra Madre -socios, productores de Baluartes, comunidades del alimento, cocineros, académicos, jóvenes, músicos- participan en encuentros y debates, picnics y cenas, proyecciones de películas, visitas a fincas y muchas otras cosas.

En Ecuador delegados del convivium Amawta Kawsay y de la Alianza de Cociner@s de Slow Food organizaron junto con la Escuela de Turismo de la Escuela Superior Politécnica de Manabí (ESPAM), la Asociación de Profesionales de Turismo y Hotelería y la Unión Iberoamericana de profesionales en Turismo, un evento gastronómico donde participaron conferencistas que abordaron temáticas como la innovación con identidad, alimentos patrimoniales, patrimonio alimentario, el erotismo en la cocina manabita y perspectivas de negocios inclusivos.

Además se realizó una feria de productores artesanales de los cantones Bolívar, Chone y Tosagua en la que se encontraron elaboraciones tradicionales manabitas que están en riesgo de desaparecer, como la menestra de ovos tiernos, los moros de haba y alimentos que identifican la cultura alimentaria montubia como la tonga, el rompope, los dulces manabitas, entre otras delicias de la cocina manaba.

Participaron más de 200 personas en un intercambio de conocimientos y experiencias alrededor de los alimentos buenos, limpios y justos. Se plantearon proyectos de investigación y de capacitación que permitan festejar el Terra Madre Day 2017 con algunas metas y sueños cumplidos!

domingo, 27 de noviembre de 2016

Mi primer alimento




No hay nada mejor que alimentarse bien desde el inicio, y cuando digo desde el inicio me refiero a nuestro primer alimento, la leche materna. La leche materna es -o debería ser- nuestra primera comida ya que es esencial para nuestro crecimiento. Para un recién nacido la leche materna debería ser su principal alimento y la lactancia debería ser exclusiva hasta por lo menos los seis primeros meses de vida. 

Resulta incompresible que algunos pediatras (lastimosamente muchos de ellos) recomiendan -y a veces “ordenan”- complementar la alimentación del bebé con leche de fórmula, ya que significaría complementar la alimentación del bebé con una imitación del alimento más completo que tiene a disposición en el seno materno, tomando en cuenta que, además, la leche de formula tiende a producir en el bebé gases y estreñimiento. 

La leche materna protege al bebé fortaleciendo su sistema inmunológico, y es adecuada en todo sentido para su desarrollo ya que:

 “además de proporcionarle todos los nutrientes necesarios para crecer, es como una barrera que le brinda protección extra contra todo tipo de infecciones y enfermedades, entre ellas: infecciones en el oído, infecciones respiratorias, diarrea, alergias, diabetes, obesidad, esclerosis múltiple, enfermedades virales y bacterianas e incluso algunos tipos de cáncer como la leucemia y el linfoma. Las niñas amamantadas también reciben protección contra cáncer de mama”; por otra parte,  “el cuerpo de una mujer que está lactando produce oxitocina, conocida también como "la hormona del amor", ya que despierta en la madre una sensación de bienestar y sentimientos muy fuertes de cuidar, amar y proteger a su bebé” (“Leche materna el mejor alimento… y mucho más” (en http://www.llli.org/lang/espanol/ncvol14_2_02.html 27 nov 2016), propiedades que la leche de fórmula no han logrado imitar.

Muchas empresas que tienen el negocio millonario de la leche de formula ingresan a los sistemas de salud con un marketing agresivo “convenciendo”, a través de su publicidad y muchas veces a través de los mismos pediatras, de que la leche de fórmula es mejor que la leche materna. A ello, se suma que alrededor del tercer mes de vida del bebé, el organismo de la mamá regula la producción de leche de acuerdo a la demanda de su hijo/a y se tiende a pensar que la producción de leche ha disminuido y no podrá satisfacer la necesidad del bebé. Es precisamente en este momento en donde entran estas leches “mágicas” para resolver el problema. En esta etapa parecería que los senos ya no tienen mucha leche porque no se sienten llenos como antes, pero es importante mencionar que sólo el 30% de la leche que consume el bebé está “almacenada” en los senos y el otro 70% se produce en el momento de la succión. Por lo tanto, no es que no se tiene leche o que se produce menos, es que el cuerpo ya sabe cuánto producir y en el momento que el bebé lo necesita lo produce.  

Por eso, es están importante dejar de lado los relojes y ese absurdo “consejo” de esperar a tener los senos llenos para dar de mamar, o el de dar de mamar 15 minutos por lado y cada tres horas. “Consejo “que además no tiene ningún respaldo científico más que el criterio de un pediatra que muchas veces no conoce más de lactancia que lo que leyó en algún libro con teorías ya caducadas. La lactancia debe respetar los tiempos del bebé y su necesidad, debe permitir establecer el vínculo madre- bebé y bebé-madre, este primer alimento también es el alimento del corazón, del vínculo de amor que crece entre la madre y este nuevo ser.

La lactancia materna, como recientemente lo ha establecido el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, es un derecho humano;  

«La lactancia es un derecho humano tanto para la madre como para los bebés y los estados deben de tomar medidas para frenar la comercialización de productos sustitutivos que afectan de forma negativa las decisiones de las mujeres » (en http://www.abc.es/sociedad/abci-expertos-declaran-lactancia-materna-derecho-humano-201611221251_noticia.html 27 nov 2016),
 
Por lo tanto, la leche materna es sin lugar a dudas el mejor alimento que un bebé puede recibir. Es el alimento de los lazos de amor que se entretejen entre la madre y el bebé. Es el primer alimento que recibimos y debemos darnos el tiempo necesario para disfrutar de ella.



viernes, 25 de noviembre de 2016

ALIANZA DE COCINEROS DE SLOW FOOD ECUADOR

Poco a poco en Ecuador los y las cocineras van tomando conciencia de nuestra identidad alimentaria, no sólo desde el punto de vista de la preparación de los alimentos sino también en la compra de los mismos, en donde el producto y el productor son tan importantes como el sabor de los platos preparados.

Bajo este contexto, el 24 de noviembre pasado se realizó la primera reunión de la "Alianza de Cocineros de Slow Food en Ecuador" en donde una decena de "chefs" se comprometieron a desarrollar múltiples actividades en pos de la soberanía y el patrimonio alimentario de nuestro país. Dichas acciones son:
  • Capacitaciones de saberes culinarios en las zonas afectadas por el terremoto de abril en alianza con la Fundación Heiffer y el Congope (Consorcio de Gobiernos Provinciales del Ecuador) 
  • Vinculación con ferias agroecológicas, en alianza con el Colectivo Agroecológico del Ecuador
  • Producción de recetarios saludables
  • Charlas y talleres en instituciones educativas
  • Participar en espacios y programas de difusión masiva (radio, tv, etc.)

Auguramos éxitos a esta nueva iniciativa que de seguro contribuirá a que en el Ecuador se posicionen los principios de una alimentación buena, justa, sana y biodiversa.